CAMPOS DE HIELO.








Miles de kilómetros, océanos de agua dulce congelada.
Enorme extensiones de hielo con múltiples brazos.
En cada extremo un ventisquero con su lago, su fiordo o su mar.

1987.

1987.



1993.

1993.

1993.
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Los pajaritos de hoy:

2007.

Pimpollos (Podiceps rolland) en el Humedal Tres Puentes.

LA HUELGA.

En noviembre del año pasado se convocó a una huelga de empleados fiscales.
Marcharon por las calles principales de mi ciudad.
Muchos gritos, pitos, consignas.
Mucha alegría y entusiasmo.
Ni un solo acto vandálico, ni una pared rayada, ni un vidrio quebrado por una piedra.
Consiguieron un reajuste salarial digno.

Fotos 2008.

Los pajaritos de hoy:

1994.
Colonia de patos lile, o cormoranes de patas coloradas (Phalacrocorax gaimardi), en el Canal Beagle, cerca de Ushuaia.

OTRA VISITA A ARMONÍA.

1992.
Cruzábamos el estrecho en la Melinka desde Punta Arenas hasta Bahía Chilota. Después de muchos años, la barcaza fue reemplazada el año pasado por un ferry más cómodo y moderno.

1988.
De Bahía Chilota a Porvenir, y de allí la Estancia Armonía, en plena Bahía Inútil.

1988.
El ovejero traía los cueros de los animales muertos por la última nevada.






1988.
Y los dejaba secando en el poco sol que se podía encontrar.

1992.
Estos toritos jugaban a ser toros de lidia.

1992.
Ya pasado el invierno se puede subir a las veranadas del Cordón Baquedano...

1992.
... en donde aparte del coirón y las ovejas, se verán malezas como ésta, que molestan pero son hermosas.

1988.
Este sublime atardecer en Armonía vale todo un viaje.

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¿Por qué el cambio de formato? No, no estoy de luto.

Sucede que después de conocer el blog de Nicolae (se los recomiendo, las fotos son preciosas), me pregunté qué debo hacer para acercarme a esa calidad de imágenes. Bueno, lo primero es lo primero: si no tengo fotos tan buenas como ésas, por lo menos destaquémoslas con el fondo negro.


Los pajaritos de hoy:

1991.
En realidad todavía no nacen, y se me quedaron en el "cañadón de las bandurrias", de Brazo Norte.

LA CALLE JOSÉ MENÉNDEZ.


Hacía tiempo que no visitábamos esta calle. Por mayo del año pasado había mostrado fotos antiguas y recientes.

2008.

Estos ventanales se asomaban, a medida que íbamos subiendo de oriente a poniente.

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2008.
Antes de llegar a la plaza nos encontramos este antiguo edificio, bien conservado gracias a que se ha convertido en hotel militar.

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2008.
Pasado calle Bories, avanzamos hacia el Cerro de la Cruz.

2008.
En la esquina de calle Chiloé encontramos este ruinoso edificio, en que hasta hace poco tiempo funcionaba el Servicio de Salud Magallanes. Dicen que se demolerá. Otros dicen que no se debe demoler, porque tiene valor patrimonial histórico.

2008.
Es cosa de mirar.

Las puertas antiguas siempre son interesantes.

2008.

El Club de Pesca y Caza, cuya historia se remonta a 1950.

2008.
No me gusta la caza. No creo necesario entrar en razones. Pero la pesca, sin ser practicante del deporte, tiene su gracia. No sé por qué, ya que tanto en la caza como en la pesca matamos animales. ¿O los peces no lo son?

2008.
Me gustan, eso sí, los faroles antiguos del club.

2008.
Y también su puerta de acceso, seguida de peldaños de mármol.

2008.
Hay que acercarse para ver los detalles.

2008.
Este joven tarjetero se entretiene con El Pingüino.

Floja la pega, parece.

2008.
Y nos vamos acercando al Cerro de la Cruz.

2008.
Una última mirada, desde la Avenida España.

La verdad es que la calle, en el sector del Cerro de la Cruz, no me parece tan interesante como en el centro.

De ahí que por ahora la dejaremos en paz, y próximamante recorreremos la Avenida Bulnes hasta Tres Puentes, para regresar por la Costanera del Estrecho.

El pajarito de hoy:

1987.

Este churrete del sur (Cinclodes patagonicus) nos visitaba mientras acampábamos a orillas del fantástico y muy aisenino Lago Risopatrón.

BRAZO NORTE Y PAJARITOS.



Desde los corrales de la Estancia Brazo Norte se divisa, a lo lejos, el llamado "cañadón de las bandurrias".
Hacia allá caminaremos.





A la entrada del cañadón se encuentra este halcón perdiguero austral (Falco femoralis), atento a la llegada de los intrusos.

En defensa de su territorio, se lanza sobre nosotros a grandes chillidos y vuelos rasantes.
Confieso que nos asusta.




Se alza, no para mostrar su vientre dorado que contrasta con su dorso oscuro, sino para volver a lanzarse sobre nosotros.



Cuando cree que sus advertencias han sido suficientes, se aleja en forma definitiva.

Adentrados en el cañadón, sobre los balcones rocosos de piedra volcánica, nos reciben en sus casas las bandurrias (Theresticus melanopis).

Cuelgan sus nidos peligrosamente sobre el acantilado.

Nosotros también corremos el riesgo de caer por tomar una foto, si no nos cuidamos.

No es por capricho que anidan en los farellones, sino para evitar que los predadores se den una panzada de huevos.

Aquí no llegan los zorros.

Perdón señora, no quisimos asustarla....

.... sino solamente conocer a su recién nacido.

Fotos 1991.