PUNTA ARENAS - 2011

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jueves, 24 de agosto de 2006

YO, NARCISO.

Narciso (mitología).
De Wikipedia, la enciclopedia libre


Eco y Narciso, por John William Waterhouse.

En la mitología griega, Narciso (en griego Νάρκισσος) es un hermoso joven, hijo del dios del río Cefiso y de la ninfa Liríope. Cuando nació, sus padres consultaron al adivino Tiresias que dio la siguiente respuesta: "Vivirá hasta viejo si no se contempla a sí mismo".

A causa de su gran belleza, tanto doncellas como muchachos se enamoraban de Narciso, pero él rechazaba sus insinuaciones. Entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Hera y ésta la había condenado a repetir las últimas palabras de lo que se le dijera.

Eco fue, por tanto, incapaz de hablarle a Narciso de su amor, pero un día, cuando Narciso estaba caminando por el bosque, acabó apartándose de sus compañeros. Cuando él preguntaba “¿Hay alguien aquí?”, Eco contenta respondía: “Aquí, aquí”. Incapaz de verla oculta entre los árboles, Narciso le gritó: “¡Ven!”. Después de responder: “Ven, ven”, Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar el amor de Eco; ella estaba tan apenada que se ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que nada quedó de ella salvo su voz. Para castigar a Narciso, Némesis, la diosa de la venganza, hizo que se apasionara de su propia imagen reflejada en una fuente. En una contemplación absorta, incapaz de apartarse de su imagen, acabó arrojándose a las aguas.

Otras versiones cuentan que admirado por su figura en el cauce de un río murió de inanición. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso.


Más de 50 millones de bloggeros en el mundo, todos Narcisos en mayor o menor medida, nos miramos al espejo de nuestros diarios de vida, nuestros pensamientos exhibidos en la red, nuestras imágenes, nuestras creaciones. Todos queremos admiración, o conmisceración, que para el caso viene siendo lo mismo, somos ególatras y egocéntricos. Y si no ¿cuándo?, digo yo. Y apenas nos visitan unos pocos amigos, que son los que evitan que se seque la laguna-espejo.

(Ni ayer ni hoy he podido entrar imágenes. Si alguien puede ayudar...)

3 comentarios:

Roberto Arancibia dijo...

Una vez escribí en mi blog algo, y como no me acordaba bien, lo fui a buscar:

"La "onfaloscopia" era una técnica de oración de los monjes hesicastas de Grecia consistente en contemplar su propio ombligo mientras rezaban.

En 1857, Fitz Hugh Ludlow publicó un libro, The Hasheesh Eater, -El comedor de Hachís-, un libro que realmente vale la pena. Por supuesto que perdí el mío, prestado por ahí, quizás cuando. La cosa es que Ludlow menciona el término "onfalocéntrico" para designar a la persona egocéntrica que se recrea obsesivamente en su propio mundo."

Pero de verdad Matías, cuál es el problema? (Aparte de obsesionarse un poco). Yo disfruto esto, escribo de lo que quiero y como quiero y lo paso bien.
Qué más se puede pedir?

Saludos!

Anónimo dijo...

Está muy buena tu novela, te felicito. A veces hace bien leer cosas interesantes, no lo hago muy a menudo, de dejado que soy.
Esperando los siguientes capïtulos me despido.
Nicolás.

Matvi. dijo...

Por eso mismo digo yo, Roberto ¿y si no cuándo? Así que estamos de acuerdo.

Y a Nicolás, si el hijo de uno no lo lee, ¿quién? Mi padre escribió y publicó su primera novela a los 80 años. Los hijos la leímos y la encontramos buena.

Bienvenidos ambos a mi blog.

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