EL ÑACHI.
En mapudungún es "sangre cruda cuajada con sal y ají" o "morcilla de sangre cruda de cordero". Me quedo con la primera acepción, que es como conocí este manjar.
Esta foto es de 1976.
En una palangana se coloca sal, ají y ajo picados, perejil y lo que sea su cariño. Se cuelga el animal de las patas traseras, y cruel y salvajemente se le cercenan las yugulares, de modo que la sangre fluya copiosamente sobre el tiesto. Se revuelve y se espera que la mezcla coagule. Cuando quede como una gelatina, se corta en cubitos y se sirve con pan amasado muy fresco. Se suele acompañar con abundante vino. Luego hay que reposar, porque da mucho sueño (el ñachi, por supuesto, no el vino).
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Las siguientes fotos son de 1978.
Este niño juega y corta flores.
Cierto día se topa con un cordero que le regalaron a su padre en agradecimiento por una atención médica.
Y el cordero termina asado, previa ceremonia del ñachi. La primera vez que vi esta atrocidad, no lo pude probar. Confieso que con el tiempo me puse adicto. Es demasiado sabroso. Este procedimiento comienza como a las 12.00. Luego se descuera el animal (muerto) y se hace el asado. Entretanto, en una gran cacerola se cuecen los "relauches" (chunchules, riñones, hígado, corazón y otras vísceras) con papas, que se van saboreando mientras se va asando la carne. Todo esto termina como a las 7 de la tarde.
BALCÓN DEL GUADARRAMA
Rafael Alberti
(Marinero en tierra)
Hotel de azules perdidos,
de párpados entornados,
custodiado por los grillos,
débilmente
conmovido por los ayes
de los trenes.
El tren de la una…,
el tren de las dos…
El que va para las playas
se lleva mi corazón.
Con la nostalgia del mar,
mi novia bebe cerveza
en el coche-restorán.
La luna va resbalando,
sola, por el ventisquero.
La luciérnaga del tren
horada el desfiladero.
De mí olvidada, mi novia
va soñando con la playa
gris perla del Sardinero.
BALCÓN DEL GUADARRAMA
Rafael Alberti
(Marinero en tierra)
Hotel de azules perdidos,
de párpados entornados,
custodiado por los grillos,
débilmente
conmovido por los ayes
de los trenes.
El tren de la una…,
el tren de las dos…
El que va para las playas
se lleva mi corazón.
Con la nostalgia del mar,
mi novia bebe cerveza
en el coche-restorán.
La luna va resbalando,
sola, por el ventisquero.
La luciérnaga del tren
horada el desfiladero.
De mí olvidada, mi novia
va soñando con la playa
gris perla del Sardinero.
Visiten el blog de Nicolás. Tiene talento como fotógrafo. Merece que le dejen comentarios. Además es buen cocinero.
10 comentarios:
Querido Matías: Las fotos preciosas. El "ñachi": una gusto adquirido. Prefiero el "caritún".
Besos y abrazos
De alguna forma vine a parar a este blog, en realidad los revisé todos. Mis abuelos por ambos lados familiares son Mapuche y viven en el campo, a mi me encanta serlo, aunque lamentablemente no gozo de tener los apellidos correspondientes. Vivo en el sur, en una localidad llamada Purén (con mucha historia) es bellísimo este lugar, un paraiso. En fin, es habitual que mis abuelitos nos esperen con un asadito cuando los visitamos, yo siempre me prgunto por qué sólo en los años nuevos y para San Juan comemos ñachi, ya no les pregunto a mis abuelos porque se rien de mi. Cariños. Interesantes sus escritos.
no me atrevo con el ñachi... no me atrevo. confieso.
besos desde santiago
Ah no Matías, paso del ñachi.
Me quedo con la hermosa poesía de Alberti y el precioso niño que debe ser tu hijo.
Repito aqui lo del Ñachi, guacala !
Me gustan las fotos, realmente bonitas.
Y si aca no me censuran :
visita acabodemundo.blogspot.cl y me cuentas que te parece la idea, Saludos
Hola!!!!!!!
Aquí, conozco la morsilla, que se hace con sangre, cebolla de verdeo, grasa y en ocasiones con pasas de uva y nueces, pero se hierven para que se cocinen.
Un besote y abrazo de oso.
Matvi:
Todo bellísimo. Preciosas las fotos. Me fascina Alberti.
Pasé a ver a Nicolás. Genial. Quien lo hereda, no lo hurta.
Te dejé un mensaje en tu post (me carga la palabra) anterior.
Cariñotes.
Pamela: pana de cordero y merquén, ¿no? Debe ser delicioso. No es que me las sepa todas, lo busqué en el google.
Bienvenida, Olga de Purén. Visité tu blog, muy entretenido. La verdad, no te sabría decir si hay fechas especiales para comer ñachi. Donde yo lo comí, la fecha era cuando alguien disponía de un animal sacrificable. Claro que no todos eran mapuches.
Paola, Beatriz, cuando se atrevan verán lo que se han perdido.
Bienvenido, Enológico. Aquí sólo se censura la grosería, cosa que aún no ha sido necesario. Muy apetitosos tus blogs. Soy amante, más no gran conocedor, del vino. Eso que mi padre es enólogo.
Maricarmen, esa receta andaluza debe ser espectacular.
Común, acá a la morcilla más le llamamos "prieta", y es esencialmente lo mismo que tú describes.
María de las Nieves: ¿no es cierto que es talentoso el niño? Un poco flojo no más para postear (también me carga la palabra, prefiero decir "entrada").
Querido Matías: Efectivamente. Yo lo probé en casa de unos parientes en Toltén y no pude no pedir la receta, queda como un cebiche de pana pues se termina la cocción con limón y se sirve frío, con cilantro y cebolla, etc.
Por muy patagona que sea, y siendo una costumbre también en mi tierra comer ñachi ¡no me atrevo!. Prefiero las achuras y la butifarra que se hace dentro de una guatita de cordero, que se saca con cuidado, se le ponen las "achuras" picadas (riñón, pana, lengua, mollejas), se mezcla con miga de pan, se le agrega verduritas ( cebollines, et) y se hierve. Al sacarla del agua se le pone peso para hacer una especie de pan. ¿es super rico!.Como ves, cada uno con su gusto, pero ñachi ¡no gracias!. Un abrazo
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